Sabemos que rascarse la piel es muy mala idea, pero a veces no se puede evitar. ¡Tenemos que eliminar los puntos negros! Sin embargo, si tienes la necesidad de rascarte, puede que quieras saber si lo que ves son puntos negros o filamentos sebáceos, que son una parte normal del funcionamiento de tu piel.
Entonces, ¿cuál es la diferencia?
Los puntos negros son una forma de acné, compuesta de sebo, células muertas de la piel y bacterias que se acumulan en los folículos pilosos, creando un “tapón” que impide que el sebo llegue a la piel. Cuando el “tapón” se expone en la superficie de nuestra piel, se oxida y se vuelve gris o negro, de ahí su nombre.
Los filamentos sebáceos están también formados por sebo y células muertas, pero suelen ser de color blanco o gris, no negro. No bloquean el poro como un punto negro, sino que distribuyen las grasas a la superficie de la piel, ayudando a que permanezca suave e hidratada. A diferencia de los puntos negros, cuando te los quitas, ¡siempre vuelven porque tienen que estar ahí!
Sin embargo, ya sea que tengamos puntos negros o filamentos sebáceos, ¡no queremos que salgan de nuestros poros! Extraerlos, por más satisfactorio que sea, puede provocar poros dilatados y cicatrices. Entonces, ¿qué podemos hacer cuando aparecen?
Limpieza facial
Limpia el rostro antes de tu rutina de Cuidado de la Piel. Una pre-limpieza implica el uso de un limpiador a base de aceite para deshacerse de las impurezas antes de usar el limpiador regular. Este método hará que tu piel luzca suave y limpia.
La magia del exfoliante
Los exfoliantes que contienen ácido salicílico tienen beneficios en tu piel porque penetra en los poros para limpiarlos y romper las uniones con las células muertas, acelerando el proceso de renovación de la piel, lo que ayudar a contraer y disimular el tamaño de los poros.
Mascarilla facial
Una suave mascarilla peel-off o desprendible, te ayudará a destapar los poros y eliminar las impurezas o el exceso de aceite que pueda estar acumulado, lo que significa que tendrás unos poros limpios después de su uso. ¡Manos a la obra!