1. ESTÍRATE
Hacer estiramientos antes y después de entrenar, ayudará a restablecer tu cuerpo a una postura natural. Si experimentas molestias después de practicar ejercicio, intenta mantener una posición estática de estiramiento (como tocar los dedos de tus pies) durante 30 segundos, para obtener alivio temporal.
2. COMPRA UN ROLLO DE ESPUMA
Puedes utilizar un rodillo de espuma para auto-masajear los músculos, aliviar la tensión y calmar cualquier dolor posterior al entrenamiento. Los encontrarás en línea o en tiendas fitness. Estos cilindros firmes pueden hacer maravillas para deshacer los nudos de tus músculos. Si necesita aliviar el dolor de inmediato y no tienes un rodillo a la mano, entonces intenta rodar una pelota de tenis – ¡puede ser una manera efectiva de reducir el dolor!
3. DESCANSA TUS MÚSCULOS
Si tienes un objetivo en mente – una carrera o alguna competencia – puede ser tentador entrenar intensamente previo a ella. Pero el hecho de no descansar te hará más daño que bien. Ser demasiado exigente y exagerar con el ejercicio puede ocasionar que te lesiones, recuerda que es muy importante que tus músculos descansen. Cuando levantas pesas, tus fibras musculares se desgarran, reparándose cuando tu cuerpo se encuentra descansando. Así que, para obtener el mejor beneficio de tu ejercicio, ¡tómate ratos libres para descansar!
4. TOMA UN BAÑO CALIENTE O FRÍO
Un baño con agua fría después de hacer ejercicio hará que los vasos sanguíneos se constriñan y reducirá la hinchazón. Si tus músculos están inflamados, heridos o muy doloridos después de una ardua sesión de entrenamiento, un baño de hielo puede ser un alivio eficaz. Por otro lado, el calor ayuda a que los músculos se relajen, generando el flujo sanguíneo en el área y eliminando el dolor leve y la rigidez de manera rápida.
5. TEN DÍAS LIGEROS
Caminar, nadar, hacer yoga o trotar son ejercicios que se pueden realizar con un bajo nivel de intensidad para aliviar los músculos doloridos. Conocidos como "recuperación activa", este tipo de ejercicios estimulan el flujo de sangre a los músculos sin tensarlos y ayuda a repararlos antes de practicar ejercicio de nuevo. Trata de apartar un día para descansar y un día para la recuperación activa entre tus sesiones de entrenamiento de alta intensidad para obtener resultados óptimos.